El nuevo año arranca con novedades en el mercado del alquiler: se mantiene el límite del 2% en la revisión anual de las rentas de los contratos de alquiler en vigor y se podrá extender seis meses la vigencia de aquellos contratos que finalicen antes del 30 de junio, manteniendo de esta manera las mismas condiciones. Y sobre todo arranca marcado por la falta de oferta de pisos en arrendamiento. Durante 2022, el stock de casas en alquiler se redujo un 25%, según datos de idealista. Mientras la demanda no deja de crecer, la oferta va disminuyendo sin que se produzca una reposición de las viviendas que terminan sus contratos..
Pero, ¿cómo es posible que siga aumentando la demanda de alquiler si los precios siguen en ascenso? De hecho, el precio en 2022 cerró con una subida del 8,4% interanual. Barcelona (25,7%), Valencia (20,9%), Málaga (20,7%) y Madrid (11,2%) son los grandes ejemplos, según datos de idealista.
Los expertos consultados por idealista/news señalan varios factores como responsables del aumento de la demanda de pisos en alquiler, pese al encarecimiento de las rentas, entre los que se encuentran la falta de oferta o el aumento de los tipos de interés y la inflación que impactan en los costes de construcción de una vivienda y que han provocado que el acceso a la compra de una casa resulte más complicado. Así, el alquiler es una segunda opción para quienes no pueden ser propietarios aún.
De hecho, pagar el alquiler sigue suponiendo un mayor esfuerzo económico que la hipoteca en casi todas las capitales. La tasa de esfuerzo para alquilar a nivel nacional pasó del 23,3% del tercer trimestre de 2021 al 24,2% a cierre de octubre pasado. En cambio, el encarecimiento de la financiación para la compra de una vivienda durante el último año ha provocado que las familias tengan que hacer un mayor esfuerzo, al tener que dedicar el 23,5% de los ingresos familiares a nivel nacional, frente al 20,1% que necesitaban hace un año, según datos de idealista.
Veamos los factores que están detrás de este fenómeno: